solilente

A veces se guarda cada gota de lluvia en la piel. A veces las historias cortas son las más bonitas. A veces, hay historias que necesitan un tiempo y un espacio para dejar de ser y así resurgir con fuerza, con otra narrativa, con personajes mejor afilados, igual de valientes pero con más parlamento. Hay días en que un fino trazo de acuarela o tinta rompe el papel bajo un leve crujido; y son días esos los que traen consigo pequeños solilencios, imágenes grabadas en papel y tinta, escritas con pulso seguro que necesitan romper el aire, transformar el ambiente, plantarse con suavidad y firmeza.

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